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MADRE
- TINA MARTÍN MORA
- 7 may 2017
- 1 Min. de lectura

La primera luz que recuerdo es el brillo de tus ojos, mirándome.
Así, mi despertar se convirtió en primavera, que aleja la oscuridad y comienza a emerger desde la nada, para transformarse
en el todo.
Cual brote tierno de yedra me entrego a tus brazos para crecer en ti, y permanecer en ellos abrazada día y noche
eternamente, y alimentarme
de tus risas, de tus canciones, de tus poemas, de tus silencios.
Madre, manantial que refresca mis sueños. Nido de golondrina al que siempre deseo regresar.